martes, 1 de diciembre de 2009
Tempestad de sombras
Y ya eran como las dos de la mañana y el silencio peleaba por su lugar en los cables telefónicos. Imposible cuando las mentiras comienzan a gestarse y forman una sombra gigantesca de palabras y palabras escupidas, tristes, pero tristes sin sentido, no se trata de esa tristeza que resulta constructiva en los corazones frágiles de los vientos tempestuosos. Se trata de una tristeza que merece ser enviada al espacio, bien lejos, por ahí, bien cerquita del planeta y de las cosas más lejanas del universo. Ya preparó el cohete, está bien reforzado con las cosas que hirieron. Tocó la puerta (no el timbre) y luego la tumbó por completo con los enojos y las palabras entrecortadas por risas sarcásticas. Sonó estrepitosamente un fuertísimo ruido detrás de la autopista, temblaron las calles, el polvo bailó alrededor del sol hasta ocultarlo: eran los chistes sin chiste que desbordaron el recipiente del tiempo. Lo dicho para enojar se volcó por las tejas y tiñeron todas las casitas de una misma falta de color. Los gatos aparecieron todos de repente, insinuándose uno con los otros mientras doblaban la esquina de la avenida, tan perversos como persuadir ser estampida. Los pájaros repetían las sinceridades que nunca quieren ser escuchadas, de esas que también se escupen con un fin lucrativo, de esas que tienen como único fin hacer mal.
Ya se va todo para el espacio, no le puso luces, siempre es mejor a oscuras. Así resulto la situación, bien sombría como lo que nunca quiere mostrarse, como los caminos por los que vagan los vestigios, los pedazos rotos que terminaron por caerse en las palmas de la mano. Y ahora se ve cómo se van elevando en cámara lenta hacia el cielo con el fin de hacerlos desaparecer en ese lugar donde los párpados se cansan de fruncirse. Importante saber que no es merecedor de un gesto esperanzador… Y ahí se ve que vuelven a bajar. No corras, el relieve está demasiado deteriorado, disfrutaría verte caer nuevamente, lo disfrutaría del mismo modo que lo hacía cuando nos agarrábamos las manos entrecruzando los dedos. El amor puede habernos hecho y el mundo de las sombras habernos complementado.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Adiós
Mares de soles, cielos de pájaros, algunas pequeñas montañas de flores amarillas fundiéndose en su complementario, y un perdón por el dramatismo y el creerte dueño de mí por esos segundos de regocijo.
Seres independientes pendientes de compañía, jugando a querernos más de lo que ya fuimos. Jugando a contornear lo abstracto con los pies cuando aparece la vida tras la ventana. Pareciera que nos vamos achicando y somos absorbidos por la luz que se lleva todo lo negro. Y se lleva también las escondidas en las sábanas, los roces y los abrazos de memoria, abrazos de frío. Es como si naciésemos devuelta, conociéndonos un poco menos. Siluetas que se funden y se separan, y se juntan y se enlazan y se separan… Tan sólo pares de pies en la ventana, evadiendo cinco defectos de las extremidades y entrecerrando los ojos para no ser tan sinceros.
Son las nueve de la mañana y al lado ya empiezan a refaccionar. La cortina nos avisa los sonidos urbanos. La puerta siempre estuvo abierta, y siempre, pero siempre, fue un soleado adiós, un chau no, un adiós. Todos los días sucedidos lo fueron. Ni la cuidad ni los días fueron testigos, ni siquiera nosotros. La vida dividida en escenas traducidas como ratos, traducidas como amor. Se ha tocado el vidrio pero no el cielo. Con los pies pero no con las manos. Tal vez lo que un tiempo negro, pero tampoco estemos tan seguros.
sábado, 24 de octubre de 2009
Árbol antiutópico
Le llevé los pajaritos y los barquitos, al día siguiente, pero el edificio era muy alto y el ascensor, unipersonal, siempre ocupado. Me senté en la puerta y junto a mi, otro joven. Lo miré, me sonrío con los ojos y ví como sus pies se adherían a la vereda, sus brazos se alargaban y crecían hasta la ventana y de su pelo nacía el más bello y claro follaje. Creció aún más que el edificio gigante, y jamás le dio sombra.
jueves, 15 de octubre de 2009
Un cielo civilizado
Tropezó y raspó sus rodillas contra la mezcla de asfalto y tierra seca. Miró hacia el sol, el cual intentó dejarlo ciego y debilitarle la nuca. Unas cuantas gotas resbalaron por su frente, y otras cuantas de sangre llegaron hasta sus pies. Lleno de ira delira contra la sociedad que lo oprime a la sombra. Sacude sus cabellos irregulares y tira para un costado su remera. Sostiene a su hermanita de ambas manos y caminan al mismo paso al son de timbales que retumban tras la Cordillera de los Andes. Mira hacia un horizonte sin meta, frunciendo el ceño y espejando en sus ojos armas, edificios y subtes a velocidad de la luz. La garganta le grita y él la calla. Golpea la tierra y golpea los vientos. Corre sin corazón y abraza nubes en el desierto. Se cansa y agranda su cuerpo unas tres veces escupiendo de tanto en tanto. Agotado cae hacia atrás y observa las nubes que tiñen el cielo con engranajes y botas de cuero. Una sola gota cae del cielo y él, sediento, abre la boca de su hermanita. ¡Qué bueno el cielo comparte sus riquezas!
lunes, 5 de octubre de 2009
Chivilcoy
Los colectivos resultan ser los mejores oyentes y espectadores de una novelita diaria, rutinaria y simpática. Yo se de ella, más de lo que creemos cuando caminamos en filita cortorneando el cordón de las veredas, balanceando los brazos que bailan al son de alguna canción a medio saber, a medio tararear. Anticipo esos ocho minutos y medio, y bailamos en el blanco que fusiona nuestros colores. Alumbra de modo natural, esa un loquita, no sabe lo que da, no sabe lo que hace. Ve un chico con sol entre las manos, pero se ve gris. No te preocupes amiga, sabemos del tiempo, lo nuestro es siempre el pasado. No creas dejar correr las horas, lo hacen sin tu consentimiento. No intentes prender todos los postes de luz de la cuidad. Intentá con los ojos a medio cerrar mirando la luna cuando es muy de noche, vas a seguir viendo esos destellos de la infancia.Hay urbana, urbana … Ella quiere amor, busca querer y quiere mucho, esa loquita linda…
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Silueta
Ahora se ve la luna, la tenemos acá no más, recostate un poco más, que de noche tu perfil crea relieves en la casa.
viernes, 21 de agosto de 2009
Los perros aprovechan mejor
Y seremos aire contaminado por querer querer y no necesitarnos nunca.
viernes, 7 de agosto de 2009
Los ocasos de la autopista
Se esconden. Nos tocan el hombro y corren desvaríos por las lomadas de la autopista. Se ríen de nosotros y se sientan en nuestras cabezas mientras actuamos su inexistencia. Y si estuvieras acá pesarían un poco menos, serían un poco menos… Empezaría por dejar de buscarles forma y capacidades humanas. Y te fuiste, y ahora los perros son menos amigos, los gatos más perversos y egoístas, las avenidas porteñas menos enigmáticas. La noche más muerta. Y el sol, menos vivo en sus horas.
Ellos siguen corriendo por la autopista, molestan a los peatones y se sientan de vez en cuando en el parabrisas de los camioneros, y cuando te ven saltan furiosos sujetándose a tus rodillas. Creo que pueden ser rojos, anaranjados, y se destiñen en el negro. Son diariamente distintos. Y cuando las grises nubes, cual tropas estadounidenses marchan en líneas rectas para matar al sol, se multiplican y al son del choque entre nubes te persiguen. La soledad deja de ser el refugio y corremos a buscarte. Pero te fuiste, te fuiste con ese sol del mediodía. Te escondiste para siempre en el minuto sin sombras...Todavía queda el de la mañana, más tenue, más bajo, más joven, reposando en los persistentes hombros de Elena que mira siempre hacia el oeste.
miércoles, 5 de agosto de 2009
De esas novedades utópicas
Y sin sujetarnos de las manos nos sumergimos a un mundo de letras, sólo letras, y el sujeto crítico resurgió, renació, abrió mares sin provocar olas, sin destruir playas, sin causar muertes. Y la imagen fue poco a poco ubicándose en el segundo plano de las cosas. Se desfiguró frente al espejo, derramándose en los costados secundarios del corazón. Y discernir fue más fácil. Amar también. Vivir también. Llorar más práctico… Y nos conocimos más, más fundamentados, menos tapados. Así de utópicos hoy en día. Muchas caras se desvanecieron durante las madrugadas en las correntadas de las avenidas porteñas. Se escuchaban sus suspiros agonizantes, que atravesaban nuestras rendijas convirtiéndose en fortaleza. Y los sueños fueron más sueños, mas fortuitos, más largos y memorables. Y las almohadas angustiadas, melancólicas por volver a ser las fieles compañeras de llantos y confesiones reprimidas de las personas. Y las personas más personas, volando todas por puentes de colores, colores puros, fusionados, teñidos de sentido. Y se entendieron más las cosas, los caballos fueron más sucios, los cuerpos más cuerpos, y los sonidos en su estado puro danzaron por el campo y la vigente, diariamente eterna ciudad. Tu corazón se convirtió en racimo de uvas y tus manos en ramas blancas que naturalmente se aferraron al sol. Y la historia continuó siéndolo. Y mientras volabas por los puentes pensabas en las letras de hoy, que fueron manos secas de ayer, y la paz de tu pensar que fue guerra de guerras.
miércoles, 15 de julio de 2009
Confesiones
Ro, ahora voy a cerrar los ojos y vos vas a abrir los brazos, y no va a ser para escupir uno de tus abrazos, sino para llevarte las letras. Ya preparé el caldo, vos si te las podrías tomar, o mejor aún, zambullirte en él, ahora que es invierno.
Hace rato estoy hablando eh, ya sabés esa manía que tengo de tratar de justificar y explicar cada uno de mis actos, aunque sea con esa constancia imprecisa y a veces estúpida, esa facilidad de encontrar palabras que son odiadas por los silencios. Las palabras y los silencios, los cronopios y las famas… Y me quedan estas irremediables palabras en cocción, a la una, a las dos y a las….tres!
Pared de Rodrigo: - (silencio)
Al día siguiente Noelia y Rodrigo se cruzan en la parada de colectivo, pleno centro porteño, tres y media de la tarde.
Rodrigo:-Noe,¿ todo bien?¿Qué hacés por acá tanto tiempo?
Noelia: - Venía de lo de un amigo, ¿todo bien vos?
Rodrigo:- Si si…
Noelia: -Bueno… ¿Te tomás este?
Rodrigo: -Si.
Noelia subió primera sacó boleto, y se sentó en asiento individual. Rodrigo hizo lo mismo y se sentó adelante. Y se bajó antes que ella.
sábado, 11 de julio de 2009
Piiiiiiiiii
Una mosca congelada en la cima de un pan ácimo y una ventana que se abre de a poco, como al compás de un tango lento. La perpetuidad de una imagen infinita, gráficamente comprensible, muda, mejor. Dos sombras, que se juntan y se vislumbran por el simple y eterno accionar del sol, y de tanto en tanto se funden. De tanto en tanto se separan como queriendo seguir juntas, como las gotas de agua, pero se espantan, y cuando anochece se dispersan por el mantel y se hacen mosca. Y en el alba se forman nuevamente, caminan hacia el vidrio y lo miran, no lo ven. En cambio el sol sí con ellas. Y las sombras bailan y las moscas se congelan, mudas todas ellas. Y un encuadre encaja justo en el astro más grande, y todo lo que él ha creado. Y el calor no las derritía, y las primaveras se hacían notar en los árboles. Y las sombras… esas sombras. Calladas se tiraban al piso y se hacían muchas, y cuando venían más moscas, se hacían una sola sombra, una muy finita, engañando, disfrazando ser esa daga que crea oscuros, que tapa destellos, que pinta de negro. Que se para en el haz de luz y lo corta,lo mata sin escrúpulos, como cuando pedís medio metro de cinta bebé.Y ahí todo vuelve a fundirse, y ya no importa el tiempo, ni las moscas ni los árboles, ni la ventana, y menos las sombras. Y en el alba, cada cosa en su lugar. Sin palabras, sin decir. Parece que resultó mejor ese amable reposo, como las lágrimas que se postergan y al fin se dan , como los abrazos fiados que mueren y reemplazan por los verdaderos, como los besos de a montón que fueron asesinados por esos que erizan, esos, claramente, utópicos.
El alba penetrante contorneó la escena, creó aquel mismo encuadre, diariamente encuadrado. Las moscas sobre el pan. Las sombras en la ventana…
¡Esa maldita pava silbadora que asesinó al sol arruinando el silencio! Las sombras se derritieron sobre el mantel junto con todo lo demás, se hizo de noche para siempre, y otras luces empezaron a gritar en otro encuadre. Fue la muerte del soleado silencio, la muerte del amor.
martes, 7 de julio de 2009
A! El frío.
Los actores se escondieron tras bambalinas y la música dejó sorda la cuidad. Nos quedamos con ese agudo “piiii”, y las persianas bajas. Corrimos sin dirección, hasta que vimos el puente tajando la autopista. Y por la sucesión que tienen las cosas nos encontramos, ahí en el medio, con las manos limpias y sin bufandas. Y pensar que antes íbamos rozando el alambrado con los ojos cerrados, mientras sentíamos el destello de esa luz agonizante tras algunos edificios. O agarrábamos el primer palito que encontrábamos tirado por ahí y acompañábamos los pasos con el roze del alambre.Y nos agarrábamos las manos sin desconfianza.
Nos cruzamos de frente, nos abrazamos por instinto, y nos quedamos callados. Habían muchos menos autos que siempre, y las nubes parecían mas grises, más enfermas, más de este invierno 2009. Las miramos, nos reímos con esos nervios de preocupación, y falsamente despreocupados nos tomamos de la mano, otra vez por instinto.Y finalmente llegamos, prendiste la tele, y quedamos enfermos, son esas cosas de este invierno, se hizo más frío que nunca.
miércoles, 1 de julio de 2009
Otra vez
El tren despoja a las vías, y la distancia las achica, el tiempo lo hace consigo mismo, parados en el último vagón nos acercamos más a la Terminal, nos alejamos más de… Reciclamos constantemente, sentimientos, risas, llantos, luces, silencios… No hablamos, pero susurran atrás de la cama después de quedar sin tiempo, y volvemos a ser lo que no somos.
Puse música para evadir tan lindo silencio, para no escuchar tan ciertos susurros, para apagar tan tenues luces… Para acostarnos en una sábana “espiraleada” de esas en las que duermen los músicos nocturnos, los flautistas velados, de esas que son aspiradas por los tornados que salen de las alcantarillas cuando el alba apenas empieza a asomar y contornear nubes.
Dormimos, por ahí navegamos, los minutos se evaden, pero dónde, ¿se subliman? Como siempre hace lo que quiere, el más libre de todos, el más amplio, el tiempo, el tiempo, el tiempo. Lento vamos cayendo, lento, lento, lento, el humo en la ventana de tu pieza y yo tapada hasta la cabeza veo como nos acercamos al centro de la alfombra, aspirados por el tornado, y las tazas vacías se caen, la tele se apaga, la música calla, los cuerpos se juntan... y el humo se hace todo negro.
lunes, 22 de junio de 2009
Núcleo bonaerense
La cuidad se transparentó
Sentados frente al movimiento del agua, no logramos descifrar el color del Río de la Plata.
sábado, 20 de junio de 2009
Rotación de soles
domingo, 31 de mayo de 2009
Perversas cúpulas
Muy original acato sentimientos con mensajes de publicidades, soy de esas personas en las que piensa un “creativo” a la hora de realizar la publicidad en la que se pone en juego su súper mérito, por el cual estuvo estudiando varios años. ¿Entonces? Tanta es la inseguridad que todo lo que me rodea es real, todos tienen razón y la tienen muy clara. Siempre me sucedió, pero variaba la influencia en las risas y las lágrimas, lloraba más reía menos, reía más y lloraba menos, lloraba más y reía más, no lloraba ni reía. Manejada a control remoto, como el animalito virtual que había que darle de comer, estar al día con sus vacunas y si se te moría, “Papá reviví al animalito”. Igualmente nunca tuve uno de esos.
La cosa es que son esos períodos en los que al levantarte a la mañana (léase como temprano, más o menos, o muy tarde) uno se encuentra con hilos atados a las articulaciones y hace todo sin movimientos propios. Son esas mañanas que duran meses. Que duran años. Que duran siglos. Que duran segundos en los que algunos astutos, pudientes, pocos, tomaron el control de los hilos (léase a su criterio).
lunes, 25 de mayo de 2009
Poesía del semáforo televisivo.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Un ceibo
sábado, 16 de mayo de 2009
Mamushcas
sábado, 2 de mayo de 2009
Partida
miércoles, 29 de abril de 2009
FRÁGIL.es.
viernes, 17 de abril de 2009
Letras más letras
miércoles, 8 de abril de 2009
I love Argentina
Y falta poco para votar, obvio que se tira por la izquierda, aunque quiere pena de muerte y que se baje la edad de imputabililidad, si acá no se hace nada igual. Su viejo es abogado, su mamá atiende un negocio propio de cotillón, cansados de la inseguridad afirman que las cosas cada vez están peor. ¿Y la culpa? El gobierno obvio. Mientras tanto lee algo del Clarín que quedo del domingo, declarándose sin ninguna duda en contra del gobierno y a favor de la paz que va a gestarla por ahí, ¿y cómo? No se, que se yo, la historia la escucha pero no le interesa mucho, las matemáticas le salen muy bien pero las usa para cortar tela para copiar diseños de la ropa más copada, es una creativa bárbara, tal vez exponga en alguna feria copada de BA. Aunque su sueño es irse a la mierda, quiebra la muñeca para fumar cigarrillo y baja los párpados para que parezcan cansados, cansados de qué, de no ver que debajo de sus zapatillas varias hormigas quedaron aplastadas, que en su patio trasero se enterraron todas las sortijas de calesita que jamás regresaron, que su arco iris termina atrás del edificio de enfrente. Pero es buena eh, cede sus ropas viejas para tapar a gente de la calle, gente de la calle si, se reconforta y desea que todos algún día vivamos felices, que no vuelva Menem, y viva Perón, Hollywood y que los negros y los blancos seamos al fin amigos de verdad, que no haya más pobreza porque uno que se gana la plata en buena ley y onda que no llegás, no llegás. Ojo, al piojo si, que no es mala eh, es re copada, es una freak!, y cuando hablé de victimas del Estado, no estaba tan equivocada, me refería a vos también, y a la raza humana, si a una sola, única. Sólo relato lo que vi, lo que se. Un relato hecho y derecho.
miércoles, 1 de abril de 2009
Próximamente abril.
lunes, 23 de marzo de 2009
Nos acordamos.
"Quedate tranquila que la humedad se concentra y el agua es un círculo" gracias a algo, nuevamente, hablaron los demás.
domingo, 15 de marzo de 2009
Plutón y Mercurio.
lunes, 9 de marzo de 2009
Consuelos personales
Consuelos personales, es tan difícil deshacerse de ellos…
domingo, 8 de marzo de 2009
Razas de canarios
Siempre supimos que con uno bastaba, pero te gustó sumar. Y ahora vos enjaulado... Te comprendo se pierden detalles cuando hay obstáculos que no permiten tener una vista amplia de tu alrededor. Sin embargo yo me doy toda la vuelta una y otra vez, y si quiero vuelo sin ser pájaro, y si querés te hago compañía un rato. Pero prefiero apreciar las aves desde acá abajo y mantener la utopía del volar mismo, así también como la del amor.
Y ahora entiendo, nunca descarté que para volar había que tener alas como las tuyas,pero ya ves pueden atrofiarse , en cualquier parte del mundo. Por eso hoy me levanté, te abrí la puertita para que salgas, para que vueles, no me importó que mamá se fuera a enojar conmigo después. Te ofrecí libertad. Me miraste por unos segundos e inmediatamente subiste al palito de arriba de todo y ahí te quedaste. Trabé la puerta con otro palito que encontré al lado mío para que quedara siempre abierta, pero al día siguiente seguías ahí. Bajé tu casa al pasto con vos mismo adentro, y me subí el vestido hasta las rodillas para poder sentarme bien, te puse enfrente y me quedé mirándote por mucho tiempo. Puse los brazos hacia atrás y miré al sol, pasó una bandada de no se qué raza, vos moviste un poco las alas, yo esperanzada sonreí pero te diste media vuelta y la seguiste con los ojos. Ojos divididos que miraron siempre al oeste.
martes, 3 de febrero de 2009
El otro día, allá.
Rodrigo: - Bendita el agua de la Iglesia.
Noelia:- No me parece…
Rodrigo: - A mi tampoco, che la re flashas..
Noelia: - Sí, si…
Se levantaron del pasto, se dieron unos besos, él la acompañó hasta la puerta de su casa y luego se tomó otro colectivo. Ella subió a su pieza, prendió la luz, abrió el cajón, tomó un cuaderno cuadriculado y dibujó la cara de Rodrigo siguiendo el tramado de los cuadraditos de medio centímetro.
Soles hogareños
No sabía que el día duraba tan poco mientras pasaban los años.
sábado, 31 de enero de 2009
Yo también.
Que cuando lo abrazó por primera vez fue por instinto, fuerza de la carne. Que las verdades que sinceró fueron las menos significativas e importantes. Que al fin y al cabo jamás se había reído a carcajadas. Que nunca se había enojado realmente. Que todos los intentos de llanto se quedaron en el intentar esporádico. Que los largos sueños que había tenido duraban apenas minutos en su relato, y se creyeron como tal. Que con más facilidad le podía caer mejor a otra gente, tal vez por ello sus concepciones más íntimas siempre quedaron en las siestas de las cuatro de la tarde. Que su pieza siempre fue oscura desde que había pintado el techo. Acumulación de años. Que la lluvia arruinaría todo si decidiese cambiar el cielo. Que prefería la crema celeste cuando iba a la heladería, a pesar de que el resto de la gente le dijera que era igual a la crema común pero con la añadidura del colorante. Que sus deseos de iniciativa quedaban escondidos tras las letras. Que todo el poco querer se guardaba tras ojos que pocas veces miraron fijo. Mirada indiferente que creaba algo en cada parpadeo, tal vez. Que de esos hay muchos. Que de esas también. Que a pesar de su gusto por los puentes, aquel le daba miedo. Que a pesar de cruzarlo, ahí estaba. Que a pesar de querer decirle lo que pensaba, callaba. Que siempre hubo más silencios incómodos que propicios. Que a pesar de parecer triste, no lo fue. Que por más de negarlo, seguía estando por alguna ínfima razón considerable. Tal vez dulces contradicciones. Tal vez soledades inquietas. Peculiaridades de ambos, o de uno. Tal vez el sol... Que jamás entendió su gusto por los pájaros y el sol. “Son pájaros y es sol, listo”. Que los mismos parecidos hundieron el puente. Porque el que destruye puentes, crea precipicios. Porque contribuyeron a esas crueldades que a veces tiene el tiempo, les jugó a favor y en contra, como lo hace de costumbre."El tiempo lo cura(...)". Frase no propicia. Porque cuando expresó un “Te quiero” seguramente significó un “Yo también”. ¿Y ahora el tiempo?
Sigo esperando enamorarme.
jueves, 15 de enero de 2009
Algo momentáneo.
Frases pensadas y jamás logradas. Otras jamás dichas. Un “Te extraño” que ahora era “extraño Te” (a la última palabra podría agregársele un acento, por qué no). Terminó de contar estrellas y el arrepentimiento acabó por ser simplemente momentáneo, como la mayoría de las alegrías y las verdaderas tristezas y enojos. Entonces tomó todo su pelo y lo colocó sobre uno de sus hombros, se dio media vuelta y quedó frente al piso, apoyando su cuello en la almohada. Fijó su vista y la concentró en una sola baldosa y con su dedo índice sobre ella, dibujó espirales de adentro hacia fuera, de afuera hacia adentro, y cerró los ojos, pero no detuvo el movimiento de su mano. Y los recordó nuevamente; imágenes corrieron en su mente a toda velocidad, como la filmación de una autopista oscura en cámara más que rápida.
Abrió los ojos de inmediato, detuvo su dedo. Ahora lo colocó sobre el centro de la baldosa “espiraleada” y lo picó de modo reiterado durante varios segundos, en los que pensó en árboles, en puentes, en abrazos, en películas, en avenidas, en dibujos, en bailes, en alegorías, en abuelos, en perros, en gatos, en fiambres. Y no pestañó ni una vez por otros varios segundos más, hasta que sus ojos se hicieron vidriosos, pero no lo suficiente como para construir otra cosa, otra lágrima. Comúnmente al aire se le añaden cosas feas o cosas demasiado, demasiado lindas para que te piquen al límite del llanto.
En fin pestañó por lo que antes no, sacudió su cabeza, y liberó su pelo nuevamente. Se levantó de la cama y se sentó junto a la almohada, y fijó su mirada al horizonte (creo que eso quiere decir algo así como “una mirada perdida”). Y pensó en llamarlos, pero sabía que los seguía teniendo. Podía hablar y tocarlos cuando decidiese marcar un número o caminar a destino. Por eso lo postergó. Error. Nos encanta errar. Puedo ser una especie de narradora omnisciente, que seguramente es lo primero que vendría a la mente, pero también puede relatar de modo detectivesco, siempre afirman en casos hipotéticos, sería mejor a modo de interrogación, pero no, se creen demasiado certeros. También puedo ser la misma de la baldosa, de las estrellas. O el deseo mismo de ella de escribir un algo. Puedo ser muchas otras cosas, que las pienso pero se van muy rápido, o tal vez quieran quedarse pero las evado simplemente para seguir escribiendo un poco más. Constante negación de la iniciativa humana. Deseo de iniciativa que nos gusta conservarla como tal, deseo. La palabra nunca incluyó un verdadero querer.
Se levantó de la cama, fue hasta el comedor. Prendió la televisión. Se desplomó en el sillón que se colocaba frente a él. Con el control remoto en su mano izquierda y el sonido de fondo de una película alemana, miró hacia la ventana. Observó la soledad del sol muriendo.
lunes, 12 de enero de 2009
Como el sol.
domingo, 11 de enero de 2009
¿Pérdida?
Perder y valorar en círculo, supongo que eso es lo ambos sentimos, creo… ¿Ambos? Lo que antes era chiquito ahora se hizo grande, hubiese preferido conservarlo en su tamaño original, pero optaste por agigantarlo, por lo menos dentro de mí. Me resulta casi increíble pensar en este tipo de metamorfosis sentimental. Antes era querer, ahora tan sólo ganas de haberte querido más. Sumaste vos, yo resté, y las pocas veces que quise multiplicar en estos días, obviamente dio menos.
Hoy, haciendo una especie de análisis casi involuntario, me di cuenta que eras de esos que uno tiene como “intocables”, la mayoría aún lo considera, parte de mí lo sigue haciendo, todavía no se muy bien que parte. Es así, vemos (viste), debe ser la contradicción que casi puede clasificarse como necesidad básica del ser humano. Y ahora es como si me costara aferrarme a los recuerdos, pero me aferro. Es que ahora te transformaste en recuerdos. Es que ahora, diariamente, me siento como el personaje de Dolina, el eterno poeta Mandeb que esperaba el tren que PARECÍA jamás llegar. A pesar de todo espero, porque las ganas de querer siguen quedando. Y perdón por la crudeza de mis palabras, vos sos de esos que conocen mi poca sutileza en casos como estos. Pesar que tantas veces te conté de ella, y juntos nos reíamos. Pensar que jamás pensé en vivirlo con vos, y ahora me río con otros.
Tal vez en alguna tarde, de algún día, el presente testimonio tome forma y presencia casi física y viaje sobre algún Fiat 600 (y mirá que soy muy mala para estos tipos de datos) y cruce lo más rápido posible la calle de desilusión que seguís pavimentando.