domingo, 28 de febrero de 2010


Vamos a dormir juntos, no te sientas incómodo, la almohada es una fiel amiga, testigo de nuestras transformaciones. Ya sabés que a la cabeza le encanta recordás más cuando está en su compañía. Y hablo de esos momentos en los que hay algo que se funde en una multiplicidad de colores y desde las ventanas el sol y la luna parecen amigos. Y hablo también de ese silencio que se transforma en un lenguaje independiente de todo, un idioma sólo nuestro, acompañado de todas las cosas significantes que jamás hablaríamos en voz alta y ni siquiera susurrándonos al oído…
Vayamos a soñar que ahí nos conocimos por primera vez. En aquellos tiempos emergentes de vida o de no se qué.
Vamos a agarrarnos de la mano muy fuerte, a correr por la vereda, a empujarnos en los pasillos, vamos a cansarnos de llevarnos puestos…
Vayamos a discernir sobre la vida, que te aseguro que puede ser perfecta con estos ojos que te vieron cerrados desde siempre. Y me dirás que no cuando yo te diga lo contrario y en dirección circular iremos a destiempo. Pero ya ves mi amor que las ciencias exactas son pocas y nosotros no sumaremos nunca dos. Pero todo es mentira mi amor y eso es una verdad indiscutible. Te aseguro que no tenés idea de lo genial que sos y lo difícil que se me hace creer que la gente se enamora de alguien que no seas vos. Y en verdad creo que eso no es una mentira en el amor.