lunes, 12 de enero de 2009

Como el sol.


A pesar de ser verano los aires seguían pareciendo primavera. A pesar de que parece siempre el mismo, desde acá se ve que es diariamente uno nuevo. A pesar de aparecer todos los días, se muere todas las noches. A pesar de que te peleo, te quiero, y te lo digo a pesar de que ya lo sepas. A pesar de que parezca que muchas cosas de las que digo son personales, la gran mayoría son dependientes, de vos, de papá, de la tele, del pasado. A pesar de que esa vez parecía despreocupada, estaba llena de miedos. A pesar de que te confesé que para llorar necesitaba inventarme una historia ajena, sumergirme en una especie de película, o corto, por unos segundos y ahí descargarme, vos ya lo sabías desde mucho antes de la confesión. A pesar de reprimir, sublimo. A pesar de hablar mucho tiempo, es más lo que callo. A pesar de parecer despierta, es más lo que duermo. A pesar de hacerme la realista, sabías que prefiero evadir lo que consideramos como tal. A pesar de haber estado rodeada de un grupo de personas que me caían muy bien, siempre había (hay) un momento en el que prefería estar sola. A pesar de haber hablado con seguridad y confianza, hubo momentos en que eso no fue más que lo contrario de lo que sentía. A pesar de mis mentiras, mis verdades.
A pesar de mi estabilidad, siempre fui sentimentalmente nómade cuando el sol moría.

1 comentario:

María Macarena dijo...

Amo la descripciòn ''sentimentalmente nòmade''