martes, 7 de julio de 2009

A! El frío.

Estamos mal, debí admitirlo aunque logré evadirlo por un tiempo. Tosemos en el codo y miramos de reojo, observamos las monedas con más desconfianza que antes, y algunas bocas se escondieron tras ese blanco que da miedo. Y pensar que nosotros nos preocupábamos por no arrugar el mantel o que no se pase el agua para el mate.
Los actores se escondieron tras bambalinas y la música dejó sorda la cuidad. Nos quedamos con ese agudo “piiii”, y las persianas bajas. Corrimos sin dirección, hasta que vimos el puente tajando la autopista. Y por la sucesión que tienen las cosas nos encontramos, ahí en el medio, con las manos limpias y sin bufandas. Y pensar que antes íbamos rozando el alambrado con los ojos cerrados, mientras sentíamos el destello de esa luz agonizante tras algunos edificios. O agarrábamos el primer palito que encontrábamos tirado por ahí y acompañábamos los pasos con el roze del alambre.Y nos agarrábamos las manos sin desconfianza.
Nos cruzamos de frente, nos abrazamos por instinto, y nos quedamos callados. Habían muchos menos autos que siempre, y las nubes parecían mas grises, más enfermas, más de este invierno 2009. Las miramos, nos reímos con esos nervios de preocupación, y falsamente despreocupados nos tomamos de la mano, otra vez por instinto.Y finalmente llegamos, prendiste la tele, y quedamos enfermos, son esas cosas de este invierno, se hizo más frío que nunca.

No hay comentarios: