domingo, 30 de marzo de 2008

Mejor no




Qué horrible es cuando el frío entra lentamente por la ribera de tu remera. Y tengo frío, bastante. Y también calor, de a ratos. Soy yo, los labios entreabiertos delantan mi incomodidad. Mi manos cruben mi cara cuando pareciera insostenible. La posición fetal siempre resulta la más confortable en estos momentos... Y las ventanas me acompañan, sólo con su presencia apaciguan el tiempo y no me hacen sentir tan sola. Cada minuto baja lentamente (menos mal que no tengo un reloj cerca) . Mi mirada se tilda en cada rincón visible, entonces reseteame. Ya lo he dicho tantas veces en tan poco tiempo... Pero una vez más esquivo tu ayuda, y me lo merezco. Dejame acá que estoy bien, raramente bien, incomodamente bien, no estoy bien. Así que reseteame dentro un rato y si te vuelvo a esquivar, venite dentro de otro rato más. Esperaré en medio de estas dos ventanas.

Un nuevo crepúsculo se asoma, un pájaro se posa en la única rama visible desde acá. No vuelvas que estoy ocupada.

No hay comentarios: