lunes, 8 de diciembre de 2008

Alguna que otra noche

Se levantó de dormir. Se quedó sentada varios minutos, inmóvil. Luego se paró. Fue al baño. Se miró al espejo. Se lavó los dientes. Se miró nuevamente. Se batió el pelo y lo juntó todo hacia a atrás, a modo de rodete. Tomó el cepillo nuevamente y lo atravesó por el montón de pelo. Se volvió a mirar, ahora a cara despejada. Se estiró los párpados y los costados de la nariz. Tomó jabón y se lavó los labios. Salió del baño, pero ahora con labios que borraron besos de ayer. Labios vacíos de culpa, vírgenes. Así como los engaños que fueron y las mentiras que pasaron. Así como lo que pareció una infidelidad. Así como las mil y una negaciones. Así como decir que pudo deshacerse realmente de los besos que no fueron y que si y que no.

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